La Pastoral ocupa una de las prioridades de nuestro centro, estamos convencidos que la educación integral de nuestros alumnos no sería posible sin la dimensión trascendente, espiritual, cristiana de la persona, del ser, por ello dedicamos no solo mucho tiempo, sino que intentamos derrochar creatividad en ello, extendiendo esta labor a todos los profesores, provocando en ellos una respuesta creciente y más comprometida. Como centro eclesial los valores Evangélicos y el carisma vicenciano debe ser el eje transversal que identifique nuestro servicio, trabajo, modelo educativo.

Teniendo presente esta convicción y esta preocupación, intentamos:

  • Crear espacios privilegiados para profundizar en la identidad personal y cristiana de los alumnos, de toda la comunidad educativa.
  • Provocar experiencias que nos sirvan para avivar nuestra fe y de acercamiento a los más pobres, (servicio directo al hermano)
  • Programar momentos que nos ayuden a crecer en nuestro compromiso cristiano-vicenciano y en nuestro encuentro con Dios.
  • Iniciar con alumnos a partir de 4º de primaria un proceso de maduración de la Fe por medio del movimiento vicenciano J.M.V.
  • Provocar experiencias de acercamiento a Dios y al Evangelio.
  • Participar en las diferentes Campañas eclesiales y vicencianas.
  • Introducir a todos los profesores en tareas pastorales y de compromiso cristiano para lograr que sean, para los alumnos, referencias de Fe.
  • Velar para que esta inquietud vaya avivándose cada vez con más fuerza y convicción.

Desde el mismo origen de la Compañía de las Hijas de la Caridad, sus Fundadores, santa Luisa de Marillac y san Vicente de Paúl, dirigen el servicio de las Hermanas a las escuelas y a la formación de maestras. También, desde el inicio, crearon para la escuela vicenciana un “estilo propio” basado en la acogida, la sencillez y las buenas prácticas docentes.

Con ello lo que buscaban, sobre todo, era que los niños tuvieran la experiencia del amor gratuito e incondicional de Dios y establecieran con Él un trato de amistad que les acompañara la vida entera.

En cada momento histórico, a los vicencianos, en fidelidad a nuestro carisma, nos toca actualizar ese “estilo propio”. En él sigue destacando una palabra: EVANGELIZACIÓN. La escuela vicenciana tiene como objetivo “la formación integral de los alumnos de acuerdo con una concepción cristiana del hombre, de la vida y del mundo”, y para ello no puede dejar de aportar su riqueza carismática a la misión de la Iglesia.

El servicio y la evangelización de los más pobres han sido, son y serán una realidad y un continuo reto para toda la familia vicenciana. Mejorar la calidad de vida de los más necesitados de nuestra sociedad, es un reto personal para cada vicenciano. Por eso la problemática de los demás, sus aspiraciones, el deseo de felicidad y la necesidad de conocer a Jesucristo, son una fuerza que impulsa y dinamiza nuestra tarea apostólica. Solo nos queda seguir el ejemplo de nuestros Fundadores y de todos y cada uno de los vicencianos que entregan su vida para servir y ayudar al prójimo.

Este ejemplo de valores cristianos es parte de nuestra misión como educadores y es responsabilidad nuestra, continuar las líneas de acción que comenzaron San Vicente y Santa Luisa. Debemos hacer llegar estos principios a cada hogar de nuestros alumnos, no sólo mostrándole las acciones que se hicieron y se hacen hoy día por los desfavorecidos, sino dándoles opciones de entregarse y trabajar por el que lo necesita en las acciones evangelizadoras de cada uno de nuestros centros.

Queremos que nuestros alumnos, sean útiles para la sociedad en el sentido más amplio de la palabra, siendo solidarios y copartícipes del cambio social y que se comprometan a la hora de hacer un mundo mejor.

Nos inspira una visión del mundo, donde los seres humanos vivan relaciones de armonía consigo mismo, con las demás personas y con la creación. La promoción de la justicia y de la paz es un imperativo evangélico y una prioridad en la educación de nuestros colegios.

Este desarrollo integral de la persona que buscamos en nuestros alumnos, lo presentamos a través del amor y la fe puesta en María, la Virgen de la Medalla Milagrosa, y a las gracias que recibimos de ella, siendo éstas reflejo de nuestras acciones y de nuestra vida.

Del Plan de Evangelización de los Centros Educativos Vicencianos de la Provincia España sur

Se trata de un laicado vicenciano relacionado estrechamente con la Congregación de la Misión y con la Compañía de las Hijas de la Caridad. Actualmente su identidad viene definida por cuatro notas esenciales: eclesial, mariana, misionera y vicenciana. J.M.V. Es una asociación de niños y jóvenes que sigue un proceso de maduración en línea catecumenal que ayuda al niño, joven, adulto a madurar en su crecimiento de fe, marcándole unas etapas.

  • Desarrolla un programa de acción marcado desde la organización Nacional, Provincial Diocesana y Local (Colegio “San Manuel”) concretando todos los años los objetivos, y actividades a asumir, como pueden ser Celebraciones, Convivencias, Encuentros, Campeonatos de tiempo libre y formas de ayudar a los Pobres.

  • Destinatarios: Alumnado de 5º y 6º de Primaria y 1º,2º,3º,4º ESO

La Asociación organiza múltiples actividades a nivel local, provincial y nacional que aportan a sus miembros un gran enriquecimiento en las relaciones interpersonales

 asociación laical eclesial preocupado por el bienestar material y espiritual de los pobres con un sentido claro de la Caridad organizada.

Desde el mismo origen de la Compañía de las Hijas de la Caridad, sus Fundadores, santa Luisa de Marillac y san Vicente de Paúl, dirigen el servicio de las Hermanas a las escuelas y a la formación de maestras. También, desde el inicio, crearon para la escuela vicenciana un “estilo propio” basado en la acogida, la sencillez y las buenas prácticas docentes.

Con ello lo que buscaban, sobre todo, era que los niños tuvieran la experiencia del amor gratuito e incondicional de Dios y establecieran con Él un trato de amistad que les acompañara la vida entera.

En cada momento histórico, a los vicencianos, en fidelidad a nuestro carisma, nos toca actualizar ese “estilo propio”. En él sigue destacando una palabra: EVANGELIZACIÓN. La escuela vicenciana tiene como objetivo “la formación integral de los alumnos de acuerdo con una concepción cristiana del hombre, de la vida y del mundo”, y para ello no puede dejar de aportar su riqueza carismática a la misión de la Iglesia.

El servicio y la evangelización de los más pobres han sido, son y serán una realidad y un continuo reto para toda la familia vicenciana. Mejorar la calidad de vida de los más necesitados de nuestra sociedad, es un reto personal para cada vicenciano. Por eso la problemática de los demás, sus aspiraciones, el deseo de felicidad y la necesidad de conocer a Jesucristo, son una fuerza que impulsa y dinamiza nuestra tarea apostólica. Solo nos queda seguir el ejemplo de nuestros Fundadores y de todos y cada uno de los vicencianos que entregan su vida para servir y ayudar al prójimo.

Este ejemplo de valores cristianos es parte de nuestra misión como educadores y es responsabilidad nuestra, continuar las líneas de acción que comenzaron San Vicente y Santa Luisa. Debemos hacer llegar estos principios a cada hogar de nuestros alumnos, no sólo mostrándole las acciones que se hicieron y se hacen hoy día por los desfavorecidos, sino dándoles opciones de entregarse y trabajar por el que lo necesita en las acciones evangelizadoras de cada uno de nuestros centros.

Queremos que nuestros alumnos, sean útiles para la sociedad en el sentido más amplio de la palabra, siendo solidarios y copartícipes del cambio social y que se comprometan a la hora de hacer un mundo mejor.

Nos inspira una visión del mundo, donde los seres humanos vivan relaciones de armonía consigo mismo, con las demás personas y con la creación. La promoción de la justicia y de la paz es un imperativo evangélico y una prioridad en la educación de nuestros colegios.

Este desarrollo integral de la persona que buscamos en nuestros alumnos, lo presentamos a través del amor y la fe puesta en María, la Virgen de la Medalla Milagrosa, y a las gracias que recibimos de ella, siendo éstas reflejo de nuestras acciones y de nuestra vida.

Del Plan de Evangelización de los Centros Educativos Vicencianos de la Provincia España sur

Se trata de un laicado vicenciano relacionado estrechamente con la Congregación de la Misión y con la Compañía de las Hijas de la Caridad. Actualmente su identidad viene definida por cuatro notas esenciales: eclesial, mariana, misionera y vicenciana. J.M.V. Es una asociación de niños y jóvenes que sigue un proceso de maduración en línea catecumenal que ayuda al niño, joven, adulto a madurar en su crecimiento de fe, marcándole unas etapas.

  • Desarrolla un programa de acción marcado desde la organización Nacional, Provincial Diocesana y Local (Colegio “San Manuel”) concretando todos los años los objetivos, y actividades a asumir, como pueden ser Celebraciones, Convivencias, Encuentros, Campeonatos de tiempo libre y formas de ayudar a los Pobres.

  • Destinatarios: Alumnado de 5º y 6º de Primaria y 1º,2º,3º,4º ESO

La Asociación organiza múltiples actividades a nivel local, provincial y nacional que aportan a sus miembros un gran enriquecimiento en las relaciones interpersonales

 asociación laical eclesial preocupado por el bienestar material y espiritual de los pobres con un sentido claro de la Caridad organizada.